
El día que me gradué… y terminé en un periódico coreano
Amanecí temprano, con el corazón latiendo como si fuera una carrera. Ese día no era un día cualquiera: por la mañana recibiría mi título de especialización en Dirección Publicitaria en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, y por la tarde tenía que regresar a la Alcaldía de Bogotá, donde trabajaba, porque teníamos varias entregas .
Entre abrazos, fotos y el orgullo de ver mi cartón en las manos, sentí que el día ya era perfecto. Pero no sabía que apenas estaba comenzando.
Mientras aún digería la emoción, recibí un mensaje de Isabel, en español o como se presenta oficialmente, Hye Jini (Isabel) Jang (예진 장). Era periodista de un periódico de moda en China especializado en joyas, y quería entrevistarme sobre Santa Crux, mi marca.
Al llegar al Palacio Liévano al mediodía, ella ya me estaba esperando. Me dio pena hacerla aguardar, así que le propuse ir a almorzar y fuimos con dos compañeros, Sebastián Rueda y Juan David. Caminamos hasta un restaurante cercano y pedimos ajiaco, mientras ellos bromeaban escuchando mi conversación con la coreana.
De regreso a la oficina, nos sentamos en una de las salas con muebles antiguos y luz que entraba por las ventanas altas. Ella sacó su cámara, me tomó unas fotos y comenzó la entrevista formal. En medio de todo, me soltó una frase que todavía recuerdo:
“모두 다 다른 사람들 처럼, 각자의 영혼을 가진 주얼리” (Joyas, como personas distintas, cada una con su propia alma).
Hablamos de Mompox, de cómo el nombre Santa Crux viene de Santa Cruz de Mompox, el pueblo de mis bisabuelos, y cómo la “X” se inspiró en un símbolo usado como talismán por soldados durante la invasión española: 보호 (proteger). Le conté que mis piezas con animales tejidos en oro y plata son más que adornos: son amuletos cargados de intención.
Ella publicó la entrevista junto con otras joyeras colombianas, pero para mí ese texto fue más que una aparición internacional. Era el recuerdo de un día irrepetible: mi grado, mi trabajo y mi pasión, unidos en una sola historia, contada en dos idiomas y con un sabor a ajiaco que todavía puedo recordar.
Ese día entendí que mi camino como diseñadora y como mujer emprendedora podía trascender fronteras. Y que a veces, las mejores historias llegan justo cuando tu vida está corriendo a mil por hora.
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Entrevistas por Hye Jin ( Isabel ) Jang a Diana Quintero de Santa Crux
Santa Crux una Marca Colombiana, de arte y moda en Bogotá, desde un comienzo me llamó la atención la delicadeza de los animales tejidos a ganchillo con hilos de oro y plata. Conocí a Diana Quintero, la fundadora y diseñadora de la marca de joyas, cuyo trabajo es tan hermoso que se nota el cuidado que debe haber puesto en cada pieza.
Diana, que también trabaja en campañas sociales en el Ayuntamiento, dice que aunque disfruta de su trabajo original en publicidad, la joyería es el sustento de su familia y la siente como una gran misión que cumplir.
“El nombre de la marca, ‘Santa Crux’, viene del nombre de una pequeña zona de Colombia llamada ‘Santa cruz Mompox’ donde mi familia ha vivido desde mi bisabuelo, y la ‘X’ se añadió al final porque era utilizada como talismán por los soldados durante la invasión española como símbolo para ‘proteger’ a su país y a su familia”.
El predominio de los diseños de animales se inspiró en la idea de que las joyas pudieran llevarse como talismán, con la esperanza de que el portador se beneficiara de ellas.
“De niña veía trabajar a mi familia, y entonces no me importaba mucho, pero cuando crecí, estudié diseño y me di cuenta de primera mano de lo valioso que era su trabajo. Me esfuerzo por tomar las bellas habilidades artesanales de las reliquias de mi familia y añadirles el diseño moderno que tan bien se me da, con la esperanza de mantener viva la tradición”. “
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